Había una vez un beso despistado que iba por ahí dando vueltas sin saber qué hacer.
¿Cuál iba a ser su destino final?.
Había visto un erizo, pero ni se arrimó porque pinchaba.
Había visto una elefanta de muchos kilos y... era un beso demasiado pequeño para una elefanta de muchos kilos.
Había visto un mono y... era demasiado nervioso para un beso tranquilo.
Se había fijado en una nube, pero era demasiado volátil para un beso permanente.
Había visto una margarita...pero, estaba indecisa todo el rato, (ahora sí, ahora no...), para un beso seguro de sí mismo.
Había visto una niña a punto de dormir y... ¡sí! ¡ahí era donde se quedaría el beso!.
Era un beso suave y calentito que se queda con mucho cariño en las personas que más quieres.
Así es la historia del beso de buenas noches.
Un beso.
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2 comentarios:
Me ha gustado este cuento.
Otro beso para tí.
Gracias, este cuento es muy efectivo para regalar besos envueltos y personalizados.
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