El cuento que quería cambiar de color

Esto era una vez un cuento azul que quería ser verde.
Todos los demás cuentos le intentaban convencer de que el azul era muy bonito porque de azul eran los príncipes y las hadas madrinas.
- Quiero ser verde.
- ¿Por qué quieres ser verde exactamente?.
- Porque me gustan las cosas verdes: Me gustan las verduras, el cesped, los melones. Me gustaría ser un conductor con un mono verde conduciendo un carro de melones. Quiero contar la historia del duque de los melones.
Entonces llegó el hada madrina azul llenando todo de polvo y... no pudo hacer nada porque era azul y sólo concedía deseos sosos como por ejemplo ser guapa y con una voz que cante bien, estar bien vestida hasta las doce, tener carroza propia y eso. Además ensució todo con su varita y los cuentos lo tuvieron que limpiar.
No tenía nada que hacer con esa hada.
Y llegó otra hada con sombrero de copa negro y en bici sin ruedines, porque hacía unos días que ya sabía montar y le preguntó al cuento:
- A ver: ¿qué te pasa ?
- Quiero ser verde y contar el cuento del duque de los melones.
- Pues vale, dijo el hada del sombrero, y de paso yo también quiero un timbre nuevo para mi bici.
Entonces el hada movió su varita ecológica que se podía reciclar, y no ensució nada porque funcionaba con luz solar y concedió los siguientes deseos:
- El cuento fue verde y relata la historia del duque de los melones que pasea por los pueblos de Castilla León con un carro, una mula y una yegüa al grito de: ¡¡Sí señora sí!!, ¡¡vendo dos melones por el precio de uno!!.
- Consiguió un timbre nuevo para su bici.
- Devolvió la gabardina al señor que la perdió en una parada de autobús.
- La abuela ganó dos veces seguidas al parchís.
Todos felices menos el hada azul que cada vez que movía su varita llenaba todo de polvo y la fue a cambiar por una ecológica.
Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.