Estábamos comiendo castañas asadas en la cocina, cuando de repente una castaña salió corriendo del montón.
Tenía unas patitas muy pequeñitas y corría deprisa con pasitos muy cortos.
Todos nos quedamos boquiabiertos viendo a la castaña.
Después intentamos cogerla, pero como pensaba que la íbamos a comer, cada vez corría más.
Y saltó desde la mesa al suelo de la cocina, desde el suelo de la cocina al suelo de las habitaciones..., desde el suelo de las habitaciones empezó a escalar una pared...
La escena era muy divertida porque éramos muchos corriendo detrás de la castaña y pegando voces, claro, porque hasta ese momento, nadie había visto correr a una castaña con tanta velocidad.
En fín, que al final se cansó y pudimos ver la realidad:
¡Era una hormiguita muy fuerte que se había llevado la castaña para el hormiguero!.
Le regalamos la castaña asada.
Y es que en los cuentos de otoño, puede pasar cualquier cosa.
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1 comentario:
Me ha gustado el cuento de la Asamblea de Flores, pero no te lo puede añadir el comentario, así que lo hago aquí. Un beso. Tu compi del trabajo.
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