La Historia del libro cambiante.

El libro del que te hablo atravesó por un problema grave: Las palabras se le escurrían o las letras se cambiaban de lugar.
El caso es que la historia que contaba no tenía ni orden ni concierto.
El libro se titulaba: Las flores de mi jardín, pero de tanto movimiento interno, se terminó titulando: Tengo una coliflor en el establo.
¿Qué hacer?.
Pidió asesoramiento a un libro de autoayuda, pero lo único que consiguió es muchos ejemplos de libros que habían atravesado por una situación similar a la suya y que habían terminado aceptando su problema transformándose en libros de ocasión y siendo felices por ello.
El quería seguir contando historias.
Hasta que cerró sus tapas, y se puso a pensar en qué le querían decir las letras, porque a lo mejor las letras le querían decir algo.
Se puso a escuchar a los sustantivos y a los adjetivos, a los adverbios, a los verbos y a las preposiciones; a los artículos, a los puntos, a las comas, a las admiraciones y exclamaciones...
Querían contar una historia diferente cada día.
Decían que siempre la misma historia era un poco cansado, porque las palabras, de vez en cuando necesitaban cambiarse de lugar y de hoja.
Así se decidió y fue el inicio del LIBRO CAMBIANTE DE HISTORIAS INTERESANTES.