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miércoles, 24 de junio de 2009

El camino de la Princesa

Y el Rey le dijo a la Princesa:
- Te voy a dar en matrimonio a quien nos libre del viento huracanado.

Y la Princesa, que tenía otras cosas en la cabeza, se dijo:
- Sé caminar.

Se hizo un hatillo con unas poquitas de cosas y 227 eurólares, y salió del castillo a dar un paseo. Como no podía salir sola porque en ese castillo las mujeres no podían ir solas, tuvo que despistar al guardian.

Y empezó a caminar...
Y se fue alejando...
Cada vez más lejos...
Pero no estaba cansada.

Se encontró en su camino con otras mujeres que también sabían caminar e hicieron camino juntas. Y por el camino se dio cuenta de otras cosas:

- Sé mirar

Aprendió a mirar lo que le rodeaba y vió que cada vez había más mujeres...

- Sé escuchar

Porque cada una de ellas tenía una historia que contar.

- Sé sentir.

Porque compartía sus historias y se entristecía cuando eran tristes, y se alegraba cuando eran alegres.

Una chica se ofreció al grupo para enseñar a leer, a escribir y a sumar, restar...
Y aprendieron.
Ahora los sentidos que ya sabía que tenía, cobraban un nuevo significado.

- Sé pensar.

- Sé decidir.

- Soy la dueña de mi vida.

En ese momento descansó, pensó, sintió, vió, escuchó y decidió.

Volvería al castillo a ver a su padre.
Pero no desandó lo andado, fue por otro camino.
Y llegó al castillo.
Más mujer que nunca.
Más digna que nunca.
Más feliz que nunca.
Más acompañada que nunca.

Fue con paso decidido al Salón del Trono donde estaba su padre, el Rey.
El Rey la miró...
Y la Princesa, tranquila, dijo...

- no.

La Reina acompañó a su hija a la salida, y la siguió acompañando el resto de su vida.

Y comprobaron que...

- Sabían respirar.

2 comentarios:

Ana dijo...

Morco!!!!! ya sabes quien soy, te dije que te iba a poner algun comentario y cumplo mi palabra. No he leido todos los cuentos, pero los que he leido me han encantado. espero que actualices pronto, que ya te tengo fichada, eh!! jeje, y si no lo haces te l ovoy a estar reordando hasta que no lo hagas. besitos morco

Mafalda dijo...

Morcooooooo!!!!! Me gustan tus cuentos. Te vamos a nombrar Morcona Millás y te vamos a recomendar para el Nobel de historias cortas.

En serio, éste último sobre todo es genial. O será que según lo leo pienso en muchas mujeres y en una en concreto a quien le vendría muy bien ser la protagonista.

Sigue, que según pasan los años se te ve más vaguilla.

Salud.